EPICUREÍSMO
Entre las mayores escuelas del Periodo Helenístico están
los Epicúreos, los Estoicos, los Escépticas, y los Eclécticos. Realmente no se
tratan de ideas completamente novedosas, porque muchas de sus ideas habían
surgido de manera aislada en otros momentos del periodo; sin embargo, la
situación histórica de transición tras el desvanecimiento de los imperios
griego y persa, y las guerras permanentes de las campañas de Alejandro, dejaban
a los pueblos y sus pensadores en una situación de incertidumbre. El abundante
comercio, sin embargo, y la ampliación de las fronteras, daba el tiempo y la
holgura necesaria para ofrecer nuevos planteamientos; las doctrinas de Platón y
Aristóteles parecían poco suficientes para este convulsionado momento y las
nuevas filosofías se abren paso entre sectas de adeptos. Epicuro (341-270) nació en Samos, pero vive en Atenas su etapa de madurez, e igual que hicieran Platón y Aristóteles, también abre una escuela, conocida como el Jardín de Epicuro, creada para adoctrinar con sus enseñanzas a quienes le siguen, entre quienes están filósofos, mujeres y esclavos de trato muy cercano. Las ideas de Epicuro se han calificado como pertenecientes a una ética hedonista, debido a que el centra la felicidad humana en la búsqueda del placer, o la satisfacción de las necesidades sensibles. Sin embargo, la doctrina, como explica él mismo no invita a inclinarse por los placeres viciosos, sino que considera como el verdadero placer, aquel que surge de la mesura y la revisión razonable de las acciones, de modo que le ayude al individuo a llevar una vida apartada del sufrimiento y el dolor. El verdadero sabio es aquel que consigue calcular perfectamente sus actos para mantenerse alejado la tristeza y el dolor.
El método de la ética epicúrea consiste en la moderación de los placeres, tanto del cuerpo como del alma, y por ello invita a reflexionar en las necesidades para que cada cual perciba entre ellas las que causan los distintos tipos de deseo. Habrá que atender aquellos deseos que son realmente necesarios y hacerlo de manera sobria y austera, a fin de lograr la verdadera felicidad, que no es otra cosa que vivir plácidamente pero sin excesos. Según afirma este filósofo “Gozan más de la abundancia quienes menos necesidad tienen de ella”, porque el cuerpo parece no percibir los límites de los deseos, como tampoco los del placer, mientras que el alma no sólo los prevé, sino que los recuerda y por ello es capaz de mayor goce del placer y de más resistencia al dolor, que la que soporta el cuerpo.
“Los
virtuosos, ni tienen preocupaciones ni las causan…”
¿Cómo te imaginarías…?
? Relacionar
el epicureísmo con el mundo de las ideas de Platón?? Descubrir cuando una necesidad es vana?
? Vivir las doctrinas de Epicuro en lugares como una fábrica?